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1983 (Crítica)
1983 (Crítica)

1983

Crítica, por Verónica Boletta

Esta serie polaca disponible en Netflix evoca 1984, novela distópica de George Orwell. La apelación desde el título no es casual. En el primero de sus ocho capítulos ese libro se menciona a través de diálogos e imágenes.

La ficción alterna entre dos épocas: el año 1983, ocasión en que un atentado de gran magnitud dejó víctimas humanas y materiales y el año 2003, o la época actual en el universo temporal de la serie. Es esa actualidad la que discurre en una realidad diferente a la conocida. (¿?). El muro de Berlín no ha caído. La sociedad polaca continúa gobernada por un régimen de Partido Único. En ningún momento se indica que se trata del partido comunista. Éste, como otros detalles, permiten la construcción del verosímil que es, a mi modo de ver, el punto más fuerte de la serie. El guión se apoya en nociones comúnmente sabidas y, sobre ese terreno, desliza sutiles diferencias. Por caso, el peso de la religión y sus celebraciones litúrgicas en alianza con el partido que en lo que a este aspecto refiere, no podría ser el comunista.

La historia presenta varias tramas. Sigue el recorrido de un joven y exitoso estudiante de abogacía (Kajetan Skowron) cuya novia es la hija de un prominente ministro. Kajetan, criado por su abuela, es el huérfano más famoso del atentado de 1983. La fotografía del niño llevando una flor a la tumba de sus padres es la imagen oficial de las conmemoraciones en la nueva Polonia, surgida tras este hecho. Por otra parte, el aparente suicidio de un joven atrae la pesquisa de un investigador degradado y ya maduro, Anatol Janow. Una conversación inquietante y una muerte sospechosa terminan acercando los caminos de Kajetan y Anatol.

La realidad es una cáscara quebradiza. Para desarrollar episodios del presente 2003, es preciso contar los acontecimientos de 1983. La serie indica sin trampas en qué año se sitúa la acción. Recurre, además, a la paleta de colores. Reserva los cálidos para el pasado y los fríos, coincidente con la pretensión de eficiencia del régimen, para el tiempo presente en el que predominan los grises, los vibrantes azules de la policía y los uniformes celestes del ejército. Por momentos, el tratamiento visual se asemeja al de Blade Runner. En esta normalidad, similar a la que conocemos pero diferente, tenemos: los dispositivos de comunicación en auge entre los jóvenes, el formato vertical y estandarizado de monitores y computadoras junto a la referencia del mercado de piratería de libros de Harry Potter. Sirva esta breve enumeración como ejemplo de los deslizamientos que inducen al espectador a adentrarse en esta realidad con visos de posible.

¿A quiénes gustará 1983? A quienes les interesen las ucronías, no esperen finales cerrados, gusten del género policial, admiradores del cyberpunk y curiosos de las filmaciones provenientes de Europa del Este.

Perlita – nota de color: la muy acertada referencia a la historia reciente argentina en un punto revelador de la trama.

Verónica Boletta

Biografía

Verónica Boletta reside en La Plata donde ejerce su profesión de contadora. Escribe poesía y narrativa. Su último libro publicado es la colección de microrrelatos Número puesto (Halley Ediciones, 2020). Es aficionada al cine y las series.

Blog:

Estación de micros (enlace:https://estaciondemicros.wordpress.com/)

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