Cine-Teatro-Otros
Me dejé llevar por lo inusual de este año. Extrañada por sus ribetes fantásticos, fuera del paisaje habitual, decidí no posponer mis incursiones por mundos orientales. Parasite fue un jalón en ese recorrido. Turista de la pantalla llegué a Giri/Haji —Deber/Vergüenza— por una sucesión de confusiones que comparto con Uds. para que no les ocurra como a mí, la sorpresa.
Con un reparto británico y japonés, esta serie policial alterna entre ambos idiomas. Podría suponerse, por ello, una coproducción entre los dos países. Los créditos, sin embargo, le corresponden exclusivamente a la BBC. Tal vez esta asimetría —mi hipótesis no confirmada— ha plagado de clichés el arco narrativo japonés de la historia.
Kenzo Mori (Takehiro Hira) es un investigador japonés enviado a Londres para asistir a un curso dictado por la policía británica. Tras esa misión oficial se esconde el verdadero objetivo de Mori: encontrar a su hermano Yuto, a quien se creía muerto, presunto asesino del sobrino de una familia yakuza. Esa muerte violenta en Inglaterra amenaza la endeble paz entre clanes mafiosos en Tokio. En su carrera contrarreloj para dar con Yuto recibe la ayuda de Sarah, la agente inglesa encargada de impartir el curso. Ella también arrastra una historia. La tarea docente se le impuso como castigo. Fue excluida, por sus compañeros y jefe, de las actividades normales del cuerpo. Sarah ha quebrado una ley no escrita. Ha delatado y declarado en contra de su pareja, también policía. Mori, solitario en un ambiente desconocido y Sarah, aislada por quienes más conoce, conforman esta pareja rota pero no quebrada. Ambos resumen la pugna entre el deber y el deshonor. ¿Dónde está el deber de Kenzo? ¿En el mandato familiar de protección en tanto hermano mayor? ¿En su labor policial? Tiene, además, otros deberes: la fidelidad a su matrimonio desgastado, el cuidado de su padre enfermo, la guía de su hija adolescente. ¿Cuáles romperá? ¿Qué sentido del honor primará?
Las preguntas se solapan tras la acción. Desarrollada en ocho capítulos la serie no da tregua ni respiro. Espectadores como yo, sin experiencia en rostros y nombres japoneses, agradecemos la repetición de algunas escenas contadas desde la perspectiva de diferentes protagonistas. El recurso es sutil y sostenido. Suficiente para que nos sumerjamos en la historia sin inconvenientes.
Perlitas: El uso de viñetas como resumen previo a los episodios y, en ocasiones, algún elemento gráfico inserto en el desarrollo de los mismos. Si las escenas de lucha implican una coreografía el capítulo final tensa esta definición ofreciendo, sin disimulo, un ballet. El diálogo entre Yuto y su sobrina del sexto capítulo que resumo en estas líneas: «No fue tu culpa que no estuvieras ahí.» —consuela Yuto. La adolescente, probablemente ignorando la profundidad de sus palabras, responde: «Que algo no sea tu culpa no significa que no te sientas culpable».
Giri/Haji es una serie de acción entretenida con los típicos condimentos del género: crímenes, persecución, intriga, mafias —no sólo la yakuza busca su territorio en Londres— y la calidad de producción que acostumbra la BBC.
Biografía
Verónica Boletta reside en La Plata donde ejerce su profesión de contadora. Escribe poesía y narrativa. Su último libro publicado es la colección de microrrelatos Número puesto (Halley Ediciones, 2020). Es aficionada al cine y las series.
Blog:
Estación de micros (enlace:https://estaciondemicros.wordpress.com/)
