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El beso de la resistencia
El beso de la resistencia

En los tempranos ochenta del siglo pasado, el grupo Vivencia popularizó una canción cuya letra comenzaba: “…Natalia y Juan Simón están presos/la ley los sorprendió/en un beso/…”.

(https://www.youtube.com/watch?v=_YcEmSr38cA&list=RD_YcEmSr38cA&start_radio=1&t=16), el mito nos decía por entonces que la letra de aquel tema contaba la historia de dos varones, Natalio y Juan Simón, pero que la censura imperante en los años dictatoriales había impedido que se difundiera tal como fue creada.

Luego, Héctor Ayala -integrante del grupo Vivencia- desmentiría esa versión: Héctor afirmó que esa situación la había vivido con su novia en una sucursal del Banco Provincia de Buenos Aires cuando se besaban, y un policía los amenazó con meterlos presos si continuaban haciéndolo, (http://gracianapetrone.blogspot.com/2009/09/el-legendario-duo-vivencia-en-rosario.html). Casi cuarenta años después, parece increíble que aquel poema musicalizado tenga tanta actualidad. Sí, porque el 02/10/2017, Marian Gómez y Rocío Girat, casadas desde 2016, se besaron para despedirse mientras esperaban el Subte en estación Constitución de la Línea C. Entonces… un policía se acercó hasta ellas y les pidió que dejaran de hacerlo.

La sucesión de hechos que siguieron a esa intervención policial son fáciles de imaginar: abusos, más policías, violencias, gritos y detención, fue la secuencia que pretendió concluir hace unos días con el fallo judicial contra Marian Gómez: un año de “prisión en suspenso” por resistencia a la autoridad. Rocío fue absuelta. Intervino y condenó el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 26 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Marian no se considera a sí misma dentro de ninguna de las identidades de género establecidas, dice: “…Yo no me considero lesbiana (…) tampoco binaria, ni intersex, ni trans. Me considero persona, y la verdad es que no encuentro otra palabra mejor que no sea esa para definirme…”. Y Rocío agrega: “…Es muy loco que tengamos que salir a hacer públicas estas desgracias para que el Estado haga algo y aun así no lo hace. Y son todas cosas que nosotras no elegimos: No elegimos que nos violaran, no elegimos que la policía venga y nos agreda, que la discriminen a ella…”. (https://www.pagina12.com.ar/204383-ningunas-victimas).

Creo que la autoridad a la que resisten Marian y Rocío es la que viene de la mano de una moral tributaria al poder del “Pater” (religioso, económico y político) que no se resigna a que los derechos de la diversidad puedan gozarse en plenitud. Plenitud de los derechos de las personas que, como dice Marian, son solo eso: personas sin marcas ni tampoco cicatrices de género. La autoridad resistida es la que, al mismo tiempo, a través de los fallos y sus relatores, niegan otras opresiones: las de clase, etnia, discapacidad, enfermedad o pobreza entre varias más.

Por eso, la de Rocío y Marian es la voz de la subalternidad, que aun sin proponérselo, tal vez encarne muchas otras resistencias por venir.

Horacio Esber

Ver y escuchar:

https://www.pagina12.com.ar/204590-condena-por-el-beso-entre-dos-mujeres-la-jueza-entrego-los-f

http://elgritodelsur.com.ar/2019/06/mariana-gomez-sentencia.html

https://fmlatribu.com/noticias/2019/06/28/condenada-por-besar-1-ano-de-prision-en-suspenso-para-mariana-gomez/

 

Horacio Esber

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