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Tres poemas de Un silencio parecido al océano (audio)
Tres poemas de Un silencio parecido al océano (audio)

Tres Poemas de «Un silencio parecido al océano» (Halley Ediciones) de Julieta Hermo (texto y audio)

Para escuchar los poemas en la voz de la autora, click abajo en Link de Descarga.

Padre nuestro

La habitación en su oscuridad más cerrada.

Gozamos tantear nuestros cuerpos,

ahora invisibles.

Llegó la noche y no encendimos ni una luz.

Las ventanas están abiertas

Y nos llega el olor del verano y del jazmín.

Rezamos un Padre Nuestro

Tomadas de las manos.

Nos soltamos

Despues de decir

Amen.

Y dormimos

Separadas

A la intemperie.

Le pedimos a Jesús

Que nos cuide

Que nos ayude

Que nos guarde

En alguna gloria

Que portarse bien

Sea un bien

Y que nos salve de cualquier enfermedad

Señor, gracias por escucharnos,

Concluye mamá

Me haces un lugar en tu cama,

Te pido

Con las manos,

Te rezo.

 

Los calmantes

La soledad es

Entrar a la habitación,

Desear la ausencia de luz,

Apagar la luz,

Sentarse al borde de la cama,

Abrir un pastillero

Y contar:

Un día, cinco pastillas,

Dos dias, diez pastillas.

No parar de contar.

Hacer un calendario mental

Con los días que quedan para que los calmantes

Se acaben

Y pedir otra vez la receta,

Renovar la anestesia.

Los toco

Como si tocara corazones abiertos

Sangrando fragilidad.

La mente hace una cruz

Y tacha los ojos

Como los días del calendario

Y me vuelvo una crónica sin final.

Un gramo,

Dos gramos, y mucho polvo

Amarillo y blanco

Se mezcla

En la caja de metal.

Experta en partir,

Desgarrar,

Llenar mis dedos de polvo.

Abro mi boca

Saco mi lengua

Apoyo las pastillas

Trago con abundante agua.

Mi cuerpo se disuelve

Inquieto y expectante

No espera, me observa.

Y llora, se retuerce

Hace formas prematuras,

Como un cuerpo sin experiencia,

Un cuerpo sin uso,

Que solo desea dormir.

Y un pastillero descansa

En la mesa de luz.

 

Reposo

Me pregunto si hay reposo

En el agua oculta de un pantano

Si ser un réptil

A cuestas

Es vivir lo fatal,

Si los pies saben descansar en el aire,

Si en algún momento

El cuerpo lo supo

Aunque sea,

Solo unos segundos,

Nada que frene

Ni que amortigüe.

Piso un pie, piso el otro

El suelo deja de existir,

En el limbo impersonal

Nadie huye,

Una larga suspensión

¿Para que caer si ahora el piso flota?

El impacto de enredarse

Sobre la maleza

Como el rebote de un corazón,

Un bombeo en el interior

O son los pies

Un sonido que nos arrastra.

 

Julieta Hermo es psicoanalista, fotógrafa y poeta. Sus temáticas de interés giran en torno a la soledad y los vínculos familiares. Un silencio parecido al océano es su primer libro.

ig: julieta.hermo

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