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Sur (Reseña)
Sur (Reseña)

SUR: Reseña por Yhonais Lemus

 

El flâneur del Sur

SUR

Autor: G. Jaramillo

Género: Relato testimonial-crónica

Editorial: Fallidos Editores

Yhonais Lemus

El flâneur ha sido una figura/fisura que se ha prolongado a lo largo del siglo XX y que sigue persistiendo, con sus adaptaciones y variaciones, en la actualidad. Hemos visto este no/posicionamiento o no/postura crítica; ya que sale de todos los convencionalismos, encarnada en personajes fundamentales de nuestra cultura occidental: Charles Baudelaire, Eugéne Atget, Walter Benjamin, entre otros, han sido figuras/fisuras que escapan de las ideologías dominantes y que podemos reunir partiendo de las diversas disciplinas y manifestaciones artísticas o culturales; simbolismos, surrealismo, situacionismo, dadaísmo y hasta el movimiento punk.

El flâneur es reconocido por ser ese paseante desocupado: "el pequeño burgués" que deambula por las calles sin ningún objetivo o propósito determinado. Pues el camino, las calles, las situaciones en relación con los espacios, se vuelcan como un propósito en sí mismo. Se trata entonces de una experiencia estética que parte de lo sensorial, del disfrute hedonista que pretende extraer el instante efímero y poético de lo intransitorio.

La mirada del flaneur se detiene sobre ese instante inaprehensible, por oxímoron que parezca; la calidez y crudeza en las fotografías tanto de Eugéne Atget como en las de Vivian Maier, donde niños jugando a la pelota, ropa tendida en los balcones o un hombre paseando al perro serán los principales protagonistas. Me detengo en todas estas consideraciones, ya algo extensas para mi gusto, sobre el personaje figura/fisura flâneur y sobre su particular mirada, para hablar de un libro donde está presente y se reafirma este no/posicionamiento en cada palabra. Hablo de Sur libro de relatos del sociólogo y periodista colombiano G. Jaramillo. En esta obra podemos observar cómo el autor a través de los diversos personajes retrata, desde esa mirada/fisura, o mirada como línea de fuga a propósito de Gilles Deleuze, los diversos momentos aparentemente profanos o vulgares que se redimen por un tipo de revelación insustancial que supone esa dicotomía salvación anudada a la perdición. Y hablo desde el dualismo porque la escritura de Jaramillo se presenta desde la pureza y la oscuridad. El autor nos habla desprovisto de egos, de retórica y reverberación. De allí que su escritura diga siempre la verdad, sea honesta y a la vez llena de brillantez dado los usos intertextuales, polifónicos, ruptura en la misma tipología textual y una sabiduría literaria, cultural, histórica y popular/familiar siempre asumida desde la humildad y desde el intelectual que duda todo el tiempo de cualquier premisa y que asume el camino transitable como lo real.

Sur está conformado por trece relatos, que van desde lo testimonial a la crónica, un prólogo agudo del escritor cubano Carlos Manuel Álvarez y una serie de fotografías que rescatan la atmósfera de cada texto, y la tapa del libro, de la fotógrafa colombiana Dahian Cifuentes. Ya en la portada del libro; foto en blanco y negro de alguien caminando, hay indicios de lo que vamos a encontrar en los textos: ese flâneur, figura/fisura, que hemos mencionado. Hay una mezcolanza en el género de la obra, en el registro, y esto ya se nos presenta como un problema; el, propio, trazo escritural está contaminado, es errante y vagabundo como los mismos personajes que hablan desde el fracaso, la incertidumbre. Personajes que fallan y se encuentran en falta.

El flâneur en la obra de Jaramillo será el redactor de tesis, el escritor fantasma, en De cómo me fui a la mierda, que dira: "Mi trabajo de campo consistía en vagabundear por el centro de Bogotá, jueves y viernes desde las 5 de la tarde hasta que me cansara". Haciéndose pasar por indigente para poder escribir una investigación que le sería pagada. De este modo, el persoanje, tendrá que leer cualquier tema requerido por sus clientes para ganarse la vida. Percibimos, entonces, un tipo de goce lacaniano. Vemos también esa erracian en El extranjero acá los personajes se entregan a una noche que parece eterna, repleta de anécdotas; Ximena será un ente focal para dar paso a esta aventura urbana. En Otra vestimenta para su cuerpo se nos describe, desde esa mirada de flâneur contemporáneo, las calles sin perder ningún detalle. También podemos notar una consistencia en los personajes y en la voz narrativa tanto en Tiempo nublado, Fundido a negro y Muertos falsos; el narrador, Tolleri, Nadie son personajes que han sido fracturados por el peso de los aparatos ideológicos pero, que de alguna forma, se vuelve subversivos en ese espacio abierto donde surge el pensamiento que no puede ser capturado o sujetado por los sistemas hegemónicos.

Sin duda hay una influencia nadaísta en sus textos que son enmarcados desde ese mismo rechazo al sistema religioso, moral, político, y estético. Podemos rastrear una voz narrativa que resuena, en lo contestatario e irreverente, con la del escritor Gonzalo Arango. Una voz que se yergue desde la fisura, desde el desarraigo, desde la desterritoralización, una voz extranjera, errante, apaleada por los golpes de la vida pero que no se permite así misma el mutismo, más bien se hace visible desde la subversión a través de las situaciones que tratan de traducirse en ideas de transformación, de pulsión y capacidad creadora.

Yhonais Lemus

IG @yhonaislemus

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